miércoles, 8 de junio de 2011

Odisea 1: en búsqueda de un tigre

Quien hubiera siquiera pensado que seria tan difícil conseguir un tigre, yo nunca.
Estaba felizmente yendo a comprar ciertos objetos con cierto presupuesto, hasta se podría decir que tenia un horario límite para volver cómodamente a mi casa.
Objetos a conseguir: 3 pinturas, 1 tierno tigre y 1 billetera.
Todos estos objetos tenían su sentido: las pinturas las necesitaba para el colegio y para terminan un trabajo específico que ya de solo pensarlo me complicaba la vida.
La billetera era el regalo para mi querida madre que no era absolutamente necesario comprarlo ese día, pero quería matar tres pájaros de un tiro.
El Tierno tigre era para el 3er mes de un hermoso noviazgo, estaba convencida de conseguir el tigre, soy mala eligiendo regalos, este era una genial opción.
Comienzo mi travesía yendo a comprar las pinturas, gastan un 40 por ciento de mi presupuesto (un poco mas de lo planeado). Pájaro uno: aniquilado
En frente hay un local que puede tener los dos objetos que necesito. Cruzo, entro, *billeteras brillando sobre el mostrador*
-¿Qué necesitas?
-Quería ver unas billeteras
-Si mira tenes esta, y esta, y esta, y esta (haciendo una montaña de billeteras)
-Ah, están buenas, ¿Cuánto están?
-*Precio increíblemente alto*
-Ah, igual tengo que ver, porque lo tengo que comprar con mi hermano…
-Si no hay problema pero mira que están muy buenas porque son de cuero y esta, ¡mira que linda que es!
-Bueno me fijo, y ¿peluches de tigre tenes?
-Ummm...… tenes este.
-Un tigre, este es una cebra, y algo mas grande estoy buscando
-Ah tenes razón, bueno tenes este…
-*Tigre perfecto*  ¿Cuánto esta? (con una sonrisa de haber conseguido el tigre tan rápido)
-*Precio increíblemente tan alto que te hace entender que todo en ese local es caro*
-Uy, bueno, gracias, me fijo, y cualquier cosa vengo.
Empieza la caminata, mientras que hago diversas cuentas sobre lo que podría hacer, mitad de presupuesto para cada regalo, pero podría comprar el de mama  el sábado, total el cumpleaños es el domingo…
Aquí comienzo a entrar en los distintos locales que se extienden en 10 cuadras que venden peluches, aunque las respuestas en casi todos son los mismos:
  • Peluche perfecto (si, existía en varios locales ) fuera del presupuesto
  • Tigre demasiado gigante
  • Tigre demasiado chico
  • Oso con líneas que simula ser un tigre
  • ¿De tigre tiene que ser?
  • Pasa que es difícil conseguir peluches de tigre, no hay mucha variedad (¿en serio me estas hablando? No me había dado cuenta)
Al llegar a la ruta decido volver por una cuadra paralela a la que venia para ver si tenía suerte ahí, hasta ese momento había decidido que podía usar un 60 por ciento del presupuesto, total la billetera la iba a pagar con mi hermano…
Volviendo recibí las mismas respuestas…
¿Qué hago? OK si no hay otra, voy a tener que volver caminando, a ver si en el camino a casa lo consigo.
Las primeras cuadras no hay locales, en ese momento me plantee la posibilidad de que tenia que pasar por el local de un ex-‘amigo’ con el que las cosas no habían terminado bien, me imagine un changuito lleno de tigres de oferta entrando en ese local, ¿Qué haría? Entro igual, el problema era que él estuviese atendiendo,
-Uno de esos tigres
Respuesta opcional 1: Si toma, son $$
Respuesta opcional 2: ¿Cómo estas tanto tiempo? Y que saque charla, y se entere para quien es el peluche…
Llego al local, paso por la puerta, me doy cuenta que tengo demasiada imaginación, eso es una perfumería…
Paso por otros locales donde podrían vender peluches, las respuestas son básicamente las mismas, aunque hay dos originales:
  • ¿Tigres de peluche? Bueno mira tengo este, o… este (señalando el mismo). Un tigre de peluche es difícil de conseguir, yo trabajo vendiendo estos peluches y los tigres son unos de los mas difíciles de conseguir por que no hay mucha variedad esta este o el tigre gigante.
  • No tigres no tengo, si quieres tengo sapos (WTF)
Llegando a la calle que tengo que doblar, decido seguir caminando unas mas, tratando de conseguirlo, simplemente en estas cuadras no conseguí algún local que vendiera esos tigres, exceptuando una estación de servicio que tenia llaveros de tigres…
Ya volviendo decidí comprar chocolate en el quiosco a una cuadra de mi casa, mi imaginación empezó a funcionar otra vez, por ahí en el quiosco vendan esos peluches, hasta me imagine a mi riéndome de mi misma por caminar tanto teniendo el peluche a una cuadra…
Llego re ilusionada, agarro el chocolate, cuando me atienden le pregunto:
-¿Peluches tenes?
-Si (Felicidad) estos… (Señalando muñecas peponas)
OUCH!
En fin, termine en mi casa comiendo chocolate sin peluche ni billetera…

No hay comentarios:

Publicar un comentario